El ejercicio y la salud de los huesos están muy relacionados. Los huesos de una persona son modelados constantemente por una influencia doble: las hormonas y la tensión ejercida sobre ellos mediante la actividad con peso.
La estructura ósea es como una especie de panal vivo. Cada día nacen millones de nuevas células óseas. Para mantener su integridad estructural es necesario que los músculos se contraigan con la intensidad suficiente a fin de ejercer una cierta tensión sobre los puntos de unión de ese panal. Esta tensión desencadena una "chispa" electroquímica que pone en marcha la compleja química de los estrógenos (y la progesterona) que tiene como resultado final a modelación de la nueva masa ósea. En esta química intervienen los minerales calcio, magnesio cinc, cobre, manganeso, flúor, sílice y boro, además de la vitamina D5.
Ahora ya sabe usted por qué los populares complementos de calcio son un fracaso total para el mantenimiento óseo.
El ejercicio aeróbico tampoco sirve para mantener debidamente los huesos. Sin la tensión suficiente esa chispa electroquímica no se produce. Y sin chispa, no hay huesos.
Los científicos no se dieron realmente cuenta de la necesidad del ejercicio con peso hasta que el hombre no fue lanzado al espacio. A pesar de que los astronautas realizaban cada día ejercicios aeróbicos, al regresar a la tierra habían perdido una enorme cantidad de masa ósea, pues no existía la fuerza de la gravedad para mantenerla.
Numerosos estudios demuestran que el ejercicio aeróbico realizado en la Tierra tampoco sirve para mantener los huesos. Y puede fácilmente revertir la pérdida ósea. En un estudio típico efectuado con un grupo de mujeres postmenopáusicas se vio que después de realizar ejercicios aeróbicos durante un año su masa ósea había experimentado un 4% de pérdida. Dos años después de que a estos ejercicios se añadieran otros con pesas, las practicantes no sólo habían recuperado su pérdida ósea, sino que la densidad de sus huesos se incrementó de un modo notable.
Sin el ejercicio con peso el cuerpo no puede utilizar adecuadamente las hormonas para proteger los huesos.
Fuente original: El Ejercicio y los Huesos.
